Construyendo mi futuro para transformar la salud
Desde siempre me han interesado tanto la ingeniería como la medicina, dos disciplinas que, aunque parecen distintas, comparten un objetivo común: mejorar la calidad de vida de las personas. Es por eso por lo que decidí estudiar Ingeniería Biomédica en la Universidad de Mondragón, una carrera que enlaza el conocimiento técnico con el ámbito sanitario.
Al final de mi grado, inicié mis prácticas curriculares en Bexen medical, una empresa dedicada a la fabricación y distribución de productos sanitarios y servicios de almacenamiento de muestras biológicas y medicamentos. Esta etapa fue realmente enriquecedora, ya que supuso mi primer contacto con el mundo empresarial, donde tuve la oportunidad de poner en práctica mis conocimientos en el desarrollo de un proyecto clave durante la pandemia de COVID-19: Colaborar con la coordinación y gestión de la logística termolábil de las vacunas, asegurando su correcta distribución en hospitales y centros de salud con la finalidad de que la sociedad pudiese tener acceso a la vacuna en un tiempo récord.
Después de esta experiencia, y gracias a la confianza depositada por mis responsables, tuve la oportunidad de desarrollar un nuevo departamento en el cual continué mi desarrollo profesional durante tres años: el Departamento de Desarrollo Estratégico. Durante esta etapa estuve muy involucrado en la revisión y ejecución de los proyectos que se desarrollaban por los distintos departamentos de la empresa, trabajando con cada uno de ellos en la consecución de los objetivos de cada departamento, así como los propios de la empresa. Mis funciones principales estaban dirigidas a realizar distintos análisis de viabilidad de proyectos relacionados con las distintas áreas o necesidades del negocio, la gestión y seguimiento de proyectos, así como la consecución de los distintos objetivos comerciales, entre otras cosas.
Y os preguntaréis, ¿por qué decidí pausar mi desarrollo profesional en Bexen para formarme dentro de la Industria Farmacéutica? La respuesta es sencilla. Pese a que esta decisión llevaba consigo no solo dejar atrás mi progresión dentro de Bexen, sino también dejar mi ciudad natal, mi familia y mis amigos había algo que me empujaba más en ese momento: la curiosidad.
Mi interés por conocer de cerca el sector farmacéutico no era algo nuevo, pero se incrementó cuando comencé a trabajar en el desarrollo de productos single use para la fabricación de medicamentos biotecnológicos y terapias avanzadas, lo que me permitió comprender el impacto real que esta industria tiene en la medicina y la salud de las personas. Esta inmersión me permitió apreciar su verdadero alcance y potencial y aumentó mi motivación para seguir formándome para adquirir una visión más completa del funcionamiento de la industria farmacéutica, entendiendo sus procesos y futuros desafíos.
Gracias a los magníficos asesores que me acompañan en la vida, mi familia, decidí hacerme la maleta y adentrarme a conocer de primera mano la industria farmacéutica. Pero antes de partir, y tras realizar un exhaustivo análisis de mercado de todas las opciones de formación que tenía a mi alcance, tuve que preguntarme ¿qué máster encajaba más con mis necesidades? ¿Qué necesitaba conocer? En realidad, necesitaba entender qué era la Industria Farmacéutica, (algo tan simple y complejo como eso), qué alcance tenía, qué actores estaban involucrados en las tomas de decisión, la organización, qué departamentos principales lo componían, etc.
Todas esas preguntas que surgían enlazadas con mi anterior experiencia profesional me hicieron decidirme por el MBA en LIDERAZGO en la Industria Farmacéutica y Biotecnológica en la escuela Talento-EPHOS, un máster que me está aportando un gran conocimiento a través de las experiencias vividas por profesionales con amplia trayectoria en el sector. Además de ir encontrando las respuestas que me empujaron a decidirme, este MBA me está ayudando a asentar conocimientos técnicos, a entender la realidad del sector y del negocio y a tener una visión más amplia de su impacto en la sociedad y para los pacientes.
Apenas una semana después de empezar mi máster, tuve la oportunidad de unirme a un gran proyecto dentro de la Industria Farmacéutica de la mano de Sandoz Farmacéutica S.A., a través de una beca en el departamento de marketing en la división de neurología. Sandoz, es una empresa líder en el desarrollo y comercialización de medicamentos biosimilares, desempeñando un papel fundamental en la mejora del acceso a tratamientos de alta eficacia para pacientes que, hasta hace poco, no podían beneficiarse de ellos. Lo que más me motiva de este proyecto es su enfoque integral, que no solo prioriza la accesibilidad a estos tratamientos, sino que también incorpora soluciones y servicios complementarios diseñados para mejorar la experiencia terapéutica y el bienestar de los pacientes.
Todo lo que he vivido hasta ahora, tanto en la industria de productos sanitarios como en la Industria Farmacéutica, ha seguido aumentando mi motivación por mejorar la salud y el bienestar de las personas. A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de trabajar con personas de diferentes sectores y áreas, lo que me ha permitido entender cómo un enfoque multidisciplinar y la constante formación en aquello que te apasiona, puede generar nuevas ideas y oportunidades que se traducen en un impacto real para la mejora de la atención a los pacientes. Sé que esto es solo el comienzo, el inicio de todo lo que está por venir. Cada desafío, reto y proyecto dentro de este sector representa una nueva oportunidad para seguir desarrollando competencias, ampliando mis conocimientos, y, sobre todo, para identificar aquellos desafíos estratégicos que realmente generan un impacto diferencial en la Industria Farmacéutica y en la vida de los pacientes.