El Bueno, el Feo y el Malo

Aunque bien pudiera serlo, el tema central de este artículo no es la archiconocida película de Sergio Leone. Digo que bien pudiera serlo porque, como ahora explicaré, encaja perfectamente como última parte de la trilogía, tras “Por un puñado de dólares” y “La muerte tenía un precio”.

En España, industria y autoridades sanitarias nos enfrentamos a un entorno complejo que, por simplificar su composición, resumiré en tres partes: Ministerio de Sanidad (“El Bueno”), Comunidades Autónomas (“El Feo”) y la Industria Farmacéutica (cómo no, “El Malo”). En este duelo de tres, desgraciadamente sin los acordes de Ennio Morricone sonando de fondo, El Bueno pugna por sobrevivir contentando a todos, especialmente al electorado; El Feo es un pistolero solitario que únicamente vela por su propio interés y beneficio; y El Malo… El Malo juega este papel porque sí. O a lo mejor porque ha sido el más lento del duelo; y en el Lejano Oeste, el que es lento con el revólver, lo paga caro.

“Por un puñado de dólares”, El Bueno, El Feo y El Malo han llegado a una serie de acuerdos de riesgo ¿“compartido”? en donde finalmente pierden la partida los pacientes y los profesionales sanitarios, que terminan utilizando fármacos y productos sanitarios en los que ha primado precio sobre calidad e innovación. El Malo, viejo militar, ha preferido tirar de sus ya conocidas tácticas de batalla antes que apostar por el cambio, en forma de diálogo, estrategias de comunicación y PR&PA y fomentar acuerdos de riesgo COMPARTIDO; y cuando esto no es viable, convertirse en un partner y aportar valor añadido para diferenciarse.

Como parte de la industria, es nuestra responsabilidad cambiar y hacerlo rápido; por nuestra supervivencia. Porque si la industria desaparece… entonces veremos que esta “Muerte tenía un precio”.

Adrián Trejo.
Alumno Máster ARAS II Madrid
Perfil en LinkedIn